Estos ritmos son conocidos como Las Mareas, dado que fluctúan de forma lenta y constante, recorriendo todo nuestro cuerpo nutriéndolo. La potencia y calidad con que emerge y se transmite este impulso a todo el organismo, determina su estado de salud y vitalidad.
Con un contacto suave, ligero y no invasivo en diferentes posiciones, el terapeuta escucha estas Mareas y sus diferentes alteraciones. Se logran liberar las memorias de lesiones, traumas y sufrimiento y se restaura el equilibrio celular integral del Sistema. El terapeuta busca las respuestas de salud en lugar de enfocarse en la disfunción.
La terapia tiene una amplia variedad de aplicaciones puesto que trata a la persona como una globalidad funcional, evidenciando que lo que parecen ser diferentes problemas, son esencialmente consecuencias de un mismo desequilibrio, e incide en la totalidad de la fisiología corporal en el sistema nervioso, el sistema hormonal y el inmunitario así como en los tejidos y órganos.